18 de enero de 2010

Olvidarte... dices tú...

Memorizo tus leves respiros y tus ronquidos por si fuera la última vez que los escucho sobre mi almohada. Y si lo fuera nada pasaría, por falta de ilusión y porque estoy satisfecha con lo poco que das y con lo poco que doy.

Pero quizás de aquí a unos meses importaría si dejaras de venir, si quisiera más de lo que tengo, si viera algo en ti que me enloquezca, si esperara inquieta y desesperada al lado del teléfono a que volvieras junto a mí.

Que ni yo soy tuya ni tu eres mío, pero ahora mismo huelo a ti.

Ojala pudiera esta noche conservar tu olor y la suavidad de tu voz para así conservarte a ti.

Olvidarte.

Cuando son mas de las tres de la mañana y no concilio el sueño. Cuando me sobra la mitad de la cama y te llamo, aunque no deba, solo para oír el tintineo de tu voz.

Olvidarte cuando me faltas o cuando me sobra el aliento.

Cuando todas las olas del mar, todas las brisas del viento y todos los recuerdos me empujaran hacia ti.

Y aunque un rato. Olvidar tu sonrisa de niño bueno, tu picardía al desabrochar los botones de mis pantalones o al deshacer mi sujetador entre tus manos.

“And these sheets are so empty since you're gone…”

Olvidarte, dices tu...

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantO..!!
sObre tOdO el
ultimO parrafO
jijiji...